jueves, 22 de mayo de 2014

Caminando... meditando
De mi libro Espejos de Ciudad




Imagen tomada de la red





Me perderé -me digo extenuado-,
en una calle gris
y sin luz de mi angustia.

Ninguna mano amiga
habrá de sacarme del fango.

Aunque mi voz se esfuerce
por no derretir estas palabras,
porque no se conviertan

en la parvada oscura de mis deseos.

Hay una lluvia intermitente
en el fondo de cada frase,
una mirada obsesiva
como neblina en el rostro.

¿Qué laberinto es este
en que hundo los ojos?

No me hablan ya los recuerdos
los rostros que un día transité.

No, en el río de mi voz
hay palabras disgregadas
imágenes separadas de su tiempo.

pulsaciones de un amor imposible.

Juega en mis labios la angustia
y es tan tarde,
no existen recodos de tiempo
en mi memoria para hablar
lo inútil de ésta calle.

La noche se desata los cabellos.

Los recuerdos
mueren en la distancia
como palabras gastadas.

¿Dónde se escribe esta historia?
¿Qué ciudad es ésta?

Donde el otoño es un mudo
...sentado en mi mesa.





Imagen tomada de la red




No hay comentarios:

Publicar un comentario