miércoles, 7 de octubre de 2015

Mi casa






Mi casa huele a pan
por las mañanas
y a cálida marisma
en ciertas horas del día.

Huele a nostalgia
cuando está vacía
sin amor, sin caricias.

Mi casa tiene
habitaciones y pasillos
que la felicidad
anegó con risas de niños.

No hay chimenea
pero sus paredes guardan
el calor que dejaron
interminables fiestas de enanos.

Mi casa es firme roca
y elegante árbol de araucaria.

Tiene en lo más alto copas
repletas de verde ilusión
y nidos:

donde aves de nuevo plumaje
sacuden sus alas
...esperando echarse a volar.








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